La importancia de la calidad de la luz en la iluminación LED
En los últimos años la iluminación LED ha revolucionado el mundo de la iluminación. Otras tecnologías habían evolucionado de forma muy lenta
en los últimos años, pero desde la entrada de la iluminación LED el ritmo en la
evolución de la iluminación ha sido vertiginoso.
Hemos visto una reducción de
precios increíble, con reducciones de más del 50 % año tras año. También hemos
visto el incremento del rendimiento de los LEDs Lm/W
de forma espectacular, gracias a nuevas innovaciones en la tecnología de
montaje de los mismos y mejora de los propios chips.
Todos nos preguntamos hasta
cuándo podrá seguir evolucionando esta tecnología, en cuanto a precios y
rendimiento. Seguramente en los siguientes dos, tres años, todavía veremos
mejoras importantes. Hay diferentes estudios que indican que superar la barrera
de los 200 Lm/W llevará bastantes años, aunque es posible que la realidad
supere las perspectivas.
Pero, ¿qué es realmente
importante en la iluminación LED?
En
la mayoría de empresas medianas u hogares el cambio a tecnología LED
puede en el mejor caso suponer un ahorro de pocos cientos o como mucho miles de
euros al año en la factura de la luz. Está claro que en muchas ocasiones no
basta con migrar a tecnología LED si queremos tener un
ahorro significativo, sino que esto lo tenemos que acompañar con sistemas de
control inteligente, que nos permite tener la luz que realmente necesitamos.
La capacidad de conmutación,
encendido instantáneo y direccionalidad de los leds son precisamente algunas
ventajas que nos permiten, en combinación con sensores y sistemas
inteligentes, optimizar el consumo de electricidad. No obstante si pensamos en
la inversión que tenemos que hacer, en muchos casos es realmente difícil de
rentabilizar.
La larga duración de los LEDs,
que pueden mantener el 70% de la luminosidad a los 5 años, nos permite pensar
que estas inversiones se pueden recuperar a largo plazo. Ahora hay que ser
conscientes de otros posibles ahorros y problemas que la joven tecnología led
puede provocar a largo plazo.
Los LEDs azules en combinación
con el fósforo nos dan la luz blanca de los LEDs. El fósforo suele estar en
contacto con el chip, lo que implica temperaturas de trabajo elevadas. Este
componente químico es muy sensible a la temperatura y su degradación implica
una variación en el color y calidad de la luz. No sólo vale con mantener el 70%
de la luminosidad a los 5 años sino que la calidad de la misma se debe mantener
también.
El color de la luz tiene un
efecto muy importante sobre las personas. El color de la luz no sólo influye en
nuestra percepción de los colores (CRI), sino también en nuestro estado de
ánimo, productividad y salud y esto es algo que hasta el momento no se estaba
teniendo en cuenta y empieza a cobrar más importancia cada día. El ser humano
lleva miles de años adaptándose a la luz solar. Por la mañana el sol emite
principalmente en una longitud de onda con un color más cálido mientras que al
mediodía tenemos una luz más fría.
Si consideramos una oficina con
varios trabajadores y conseguimos tener una luz con iluminación LED que mejora
la eficiencia de los mismos en un 10%, esto puede suponer un ahorro de varias
decenas de miles de euros que es mucho más significativo que el posible ahorro
en la factura de la luz.
También tenemos que considerar
que una calidad de luz adecuada puede hacer los colores más atractivos y
conseguir que una tienda, por ejemplo de ropa, incremente sus ventas en un
porcentaje significativo, lo que supone un ahorro o mejor dicho un ingreso
extra mucho más importante que el posible ahorro energético.

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